viernes, 28 de marzo de 2008

Fernando Arrabal: A propósito de `Solo de trompeta´, de Antonio Fernández Molina

Solo de trompeta celebra la ceremonia del desplazamiento presidida por la locura.

Este libro surge en la literatura de aquí y de hoy como un puñetazo. Con recogimiento lo leo y lo releo.

Miguel, el enano, da una mano a Alicia y la otra a K., y con ellos y con otros fantasmas familiares, al corro, danza la figura y las figuras infernales e infantiles.

Y entonces el autor nos deja la leyenda de leyendas, disculpándose por la inocencia de sus propósitos.

Icemos la bandera de la paloma y del hidroavión; han entrado de rondón en el baluarte la confusión, el pánico, la memoria, con su trompeta y su solo de trompeta.

Desde lo real a lo imaginario Miguel y Aquilino (y Jano) saltan entre las tumbas transmitiendo la iniciación y la lagartija.

El enano, con el epidídimo cargado, injerta la cultura y el juego a palo seco. Sí.

Aquellos que desde mil novecientos treinta y tantos sólo habéis leído Mrs. Caldwell y alguna otra cosa más, volved a la novela de estas tierras. Ha sonado vuestro día: Antonio Molina acaba de escribir un libro fascinante, húmedo, competente, que marca una fecha: Solo de trompeta.

En la oscuridad siento correr entre mis piernas una babosa. Adivino que es blanca y que se llama "permanencia".

* Este texto apareció en los Papeles de Son Armadans, CXXV, agosto de 1966
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* El retrato de Antonio F. Molina es obra de Josefa Echevarría, su mujer.

2 comentarios:

Humanoide dijo...

¿Es pura coincidencia?

Pues mi anteultimo post habla un poco sobre arrabal...

un saludo compadres.

El humanoide.

Fernando Valls dijo...

Humanoide, la entrada no trata de Arrabal sino de Fernández Molina.