domingo, 13 de septiembre de 2009

Cómo ganar un partido de tenis y contentar a la abuelita

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Veo sólo un rato, no lo aguanto todo, el partido de tenis entre Fernando Verdasco y Novak Djokovic en el Open USA. Lo dejo porque me desalienta ver cómo Verdasco empieza a tirar el partido... No se puede pretender ganar un encuentro que suele durar unas cuantas horas, casi nunca menos de tres, resoplando como un búfalo, quejándose y estando más pendiente de las reacciones de los espectadores, a los que parecen dirigidos los gestos de desesperación, las miradas al cielo y los enfados con uno mismo, como si se justificara por señas: ¡es que no me sale nada!... Parecía un mal actor histriónico. Es ciencia pura: el jugador que entra en esa dinámica, que se desconcentra con aspavientos, pierde el partido. Psicología barata, de perrilla, ya lo sé, pero que a menudo olvidan algunos buenos jugadores, como Verdasco. Sólo es posible ganar estando concentrado, actuando como los actores del teatro naturalista, los cultivadores del método, como si a la pista la rodeara una cuarta pared que aísla a los jugadores de los espectadores. De nada, picantes.
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Y para acabar con el tenis, hay que ver lo mejorado que se ha presentado Nadal, más o menos pelado, con un polo amarillo a lo Federer, elegante, y unos pantalones de dimensiones humanas. Quizás es que se está haciendo mayor. No sé si tiene abuelitas, pero de ser que sí, estarán encantadas con el hecho de que el manacorí haya dejado de ir hecho un indio...
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que ocurre con Verdasco (y con muchos otros deportistas de élite)es un problema de ego. La vanidad es la que pone los límites a la persona en cualquier aspecto de la vida. Yo conocí a un futbolista famoso al que sus propios compañeros le decían "dios" porque iba así por la vida (incluso para ligar si le daban calabazas decía: "¿Cómo que no quieres nada conmigo si soy ....?". Fue portero del Real Madrid y de la selección pero...

NáN dijo...

Si lo vemos en nuestra propia vida, sin ser de ninguna elite. A mascar chicle y bajar una escalera, llegamos. Pero para trabajar a fondo (en lo que sea, por el dinero o por afición), hay que estar en el trabajo.

(vi un trozo del de Nadal y me gustó mucho esa fuerte concentración).

Citopensis dijo...

Deportistas.

Tanto dinero, tantos gestos.

Y tal.

Fernando Valls dijo...

Respuesta a un Anónimo comunicador, al que no quiero darle cuerda, para que no se malacostumbre.
La "psicología de perrilla" es la de poco valor. La perrilla, la perra gorda, era una fracción de la vieja peseta.

MARIA FABIANA CALDERARI dijo...

Aprovecho esta entrada.
Del Potro- Federer. Un duelo de titanes ( elegantes ambos...)Y un sueño argentino cumplido!!
Saludos cordiales.

Fernando Valls dijo...

Estarás contenta, Fabiana, venció Del Potro... Garnarle a Federer una final es algo de lo que muy pocos pueden presumir. ¿Pero compensa la derrota de Argentina en Rosario, con Brasil?

MARIA FABIANA CALDERARI dijo...

Fernando, festejo tu sentido del humor. A veces, hay camisetas que las juega el diablo...
Si seguimos así en el fútbol, vamos a necesitar la mano de Dios...
Saludos cordiales.