lunes, 26 de julio de 2010

Pulpos: de Paul a Miquel Barceló

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Cuando todavía no se nos ha pasado la resaca del pulpo Paul, el pintor mallorquín Miquel Barceló le comenta a Víctor-M. Almela, en La Vanguardia, lo siguiente:
"¡Estoy fascinado por los cefalópodos! He matado miles de pulpos en mi vida..., pero hoy ya no: sólo los observo. Pienso montar un espectáculo artístico con cefalópodos...". Y cuando el periodista le pregunta qué le atrae tanto de los pulpos, contesta: "Si lo necesitan, ¡se comen una pata: pueden devorar partes de sí mismos y regenerarse. Yo hago como los pulpos, metafóricamente". De acuerdo, pero ¿hace pronósticos?, ¿acaso acierta tanto como Paul? Esa es todavía hoy la cuestión palpitante, si n0s ocupamos de los pulpos.
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* El cuadro es de Miquel Barceló.
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4 comentarios:

Víctor dijo...

Leí esa entrevista -en papel- y al instante me vino a la cabeza Paul. Asociación inevitable de ideas. ¿Se nos va a convertir en un lugar común, en un sinónimo de adivino? Espero que no. La respuesta, quizás sólo la sepa Paul. Un saludo, Fernando.

josé manuel ortiz soto dijo...

Muy de moda los pulpos hoy en día, aunque en su tinta siguen siendo excelentes.

Elena dijo...

Entre unos y otros, les estamos cogiendo cierto respeto a los pulpos. ¿Querrá decir eso que comer pulpo va empezar a estar mal visto? Espero que no...

Pedro Herrero dijo...

INCREDULIDAD

Cuando el pulpo adivinó el resultado de la final de futbol, yo me resistí a creer que el bicho aquel hubiera hecho gala de alguna habilidad de tipo personal. Días más tarde, mientras guardaba cola en la pescadería, vi que una langosta trataba de escribir algo sobre el lecho de hielo moviendo sus antenas. Tampoco entonces quise admitir que el crustáceo moribundo intentara comunicarse conmigo. Hoy he cocinado en casa un plato de mejillones al vapor. La mayoría se ha abierto enseguida y otros se han hecho esperar hasta el primer hervor. Pero una minoría no ha querido ofrecerse como manjar y ha permanecido hasta el final con la cancela echada. Los he contado y curiosamente constituían el 10% del escrutinio. Mientras aderezaba el resto con limón y un suspiro de pimienta negra, me ha parecido intuir que algunos de los que han demorado su entrega habrían pactado acuerdos puntuales con la facción radical, a fin de romper la mayoría absoluta.