jueves, 12 de mayo de 2011

MARIO PÉREZ ANTOLÍN


Dicen que enloqueció de tanto mirarse por dentro, pero yo sé que otras fueron las causas: cuidaba un canario con verdadero esmero; en la tertulia de los domingos era recibido como un camarada; sus hijos, a los que apenas escribía, nunca faltaron en Navidad ni en sus cumpleaños; después de comer se daba un pequeño paseo con su viejo automóvil por los caminos de siempre. Estas cosas lo mantenían a flote, y, poco a poco, las fue perdiendo: el canario murió, disolvieron la tertulia, los hijos emigraron y no consiguió renovar el carnet de conducir. Entonces supo que tenía que abandonar este mundo de una u otra forma, y el suicidio le acobardaba.

La calma no soporta que la importunen. Desprecia los cambios de hora y las sorpresas. Si por ella fuera, nadie estaría obligado a coger el teléfono o a cerrar una puerta. Prefiere los lagos a los ríos, las bibliotecas a las fábricas. Se asusta con facilidad y tiene la tensión baja. La calma nunca pierde la compostura ni los buenos modales por más que la quieran romper para después restablecerla; está acostumbrada a ese vaivén y lo sobrelleva con paciencia. El cese y el suspenso marcan un ritmo estático en las salas de su placidez.

Puestos a elegir uno de los muchos sarcasmos con que el destino se mofa de nosotros, me quedo con el caso de José Asunción Silva. A este insigne poeta sólo le quedaban, de su en otro tiempo boyante patrimonio, diez pesos en la cartera antes de pegarse un tiro en el corazón (un médico le pintó en el pecho el lugar exacto de esta víscera para que no fallara) allá por el año 1896; y ahora son miles los billetes que llevan su efigie impresa por todos los rincones de Colombia.
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* Mario Pérez Antolín (Backnang, Alemania, 1964) reside en la actualidad en Ávila, donde trabaja como profesor en el Centro de formación y experiencias agrarias. Es licenciado en Geografía por la Universidad de Valladolid y tiene un máster y postgrado en ordenación del territorio, planeamiento urbano y política ambiental. Ha coordinado proyectos de cooperación internacional e impartido conferencias y seminarios en Centroamérica y África. Parte de su obra poética está incluida en las siguientes antologías: Poesía en Ávila (2003), El huerto magnífico de todos (2008) y Luz en los balcones (2009). Es coautor del libro El mismo azul (2009) y autor de los libros: Semántica secreta (2007), Yo eres tú. Poesía 1985-2007 (2010) y Profanación del poder (2011).
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1 comentario:

Recomenzar dijo...

me ha gustado tu blog te encontré de casualidad
Volveré