viernes, 29 de marzo de 2013

Bach, el Viernes Santo

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Si el Viernes Santo sale nevado y uno se encuentra en el norte de Europa, en un país de mayoría protestante, lo mejor que puede hacer es buscar una iglesia donde se represente La pasión según San Mateo, oratorio de Bach. El estreno se produjo en 1727, pero sabemos que el mismo Bach lo dirigió dos años después, el Viernes Santo, en la iglesia de Santo Tomás, de Leipzig. Dicen las crónicas que a los burgueses de la ciudad, en su mayoría pietistas, no les agradó. Esta tarde, sin embargo, la iglesia de Köpenick, una población cercana a Berlín, estaba llena a rebosar, y mientras en la calle caía impasible la nieve, ancianos, adultos y jovencitos seguían extasiados, con los ojos cerrados o la mirada perdida, los cánticos y la maravillosa música del compositor alemán, sin poder aplaudir en ningún momento, según las estrictas recomendaciones de la organización.
Bien curiosa resultaba la disposión de la iglesia, pues la orquesta y los cantantes se instalaron en el coro, junto al órgano, mientras que la mayoría del público, de los fieles, permanecía sentada en la nave, de cara al altar, si bien de espaldas a los cantores. Al final, lo único que no salió bien fue la salida del coro y de los músicos, quienes, a falta de aplausos, tenían que ver su esfuerzo recompensado recorriendo en organizadas filas la iglesia, en dirección al altar mayor, pero la gente se impacientó y empezó a levantarse de sus asientos, con lo que esta última parte de la ceremonia quedó algo deslucida.
Aunque toda la obra sea de una gran belleza y lo más parecido a una ceremonia religiosa sin serlo, solo por oír en directo el aria "Erbarme dich, mein Gott..." (Apiádate de mí, Dios mío) mereció la pena viajar hasta Köpenick y recorrer a pie el casco antiguo de la ciudad nevada.  
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* En el vídeo, Delphine Galou, contralto, y François-Marie Drieux, solo violin. Dirige François-Xavier Roth.
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1 comentario:

LPO dijo...

Ese aria estremecedora la integra delicadamente Pasolini en algunos pasajes de su "El evangelio según San Mateo", además del 'Agnus Dei' de la Misa en si menor.
Con eso, media película ya va sola: las imágenes se impregnan de vida.